Album de Filosofía
INTEGRANTES: JUSIETH NOHEMY GARCIA ESCOBAR. JOSE RAMON FLORES IBARRA. SORANIA MATILDE GOMEZ URBINA. ANDREW MITCHELL GONZALEZ. DAYSI SAMANTA GONZALEZ LAGOS. DOCENTE: ROSA YADIRA LOPEZ. GRADO: UNDECIMO AÑO FECHA MARTES 25 DE A OF3 p La Naturaleza Humana en la Sociedad. La naturaleza humana es el concepto filosófico, según el cual los seres humanos tienden a compartir una serie de características distintivas inherentes, que incluyen formas de pensar, sentir y actuar. La cuestión de qué origina estas características distintivas de humanidad y cuán fija es la naturaleza humana (e. . innato o dquirido) tiene importantes implicaciones en la ética, la política y la teología debido a que pueden proveer normas o estándares para que los humanos juzguen cuál es la mejor forma de vivir. Las ramas de la ciencia asociadas con el estudio de la naturaleza humana incluyen a la sociología, sociobiología y psicología, en particular, la psicología evolucionista, que estudia la selección K0MaHAa I ecwposawe OKHO Cnpa3Ka del hombre hacia su bien final, que constituye su perfección.
Atentos: la naturaleza esta en el punto de partida, pero a la vez es la causa del dinamismo biográfico del que hemos hablado. Si el hombre busca la perfección, si en él hay un anhelo, una inquietud de ser más, es precisamente porque por naturaleza está hecho para ese crecimiento. por eso, en el mundo clásico, a la naturaleza se la ha llamado también principio de operaciones. De este modo, la naturaleza de todos los seres, y especialmente del hombre, tiene carácter final, teleológico.
La teleología ha sido muy criticada desde el racionalismo y el vitalismo porque se ha interpretado como una imposición exterior a los seres que les impide ser «espontáneos» y libres. Se interpreta en esas posturas que la «teleología» es algo extraño las cosas, impuesto o introducido en el interior de ellas, violentándolas. Mas no es así. En los seres hay una teleología para el despliegue y desarrollo de las propias tendencias hasta perfeccionarlas. La teleología de un ser es su dirección hacia la plenitud de la que es capaz.
Parte del hecho de que existe un orden en el universo. Hombre V Filosof[a existir. Este término puede entenderse literalmente como «ex – sistere». El hombre es un sujeto, indudablemente, pero es un sujeto existente, un sujeto que se coloca fuera de sí, en el mundo. Como lo expresó Heidegger, ser hombre es ser-en-el-mundo o, lo ue es equivalente dasein. Mas es imprescindible pensar nuestra existencia. Es pensar algunas formas en las que la vida social es, a la vez, origen y espacio de problemas, y lugar e instrumento para solucionarlos. THIEBAUT, 2008) En efecto, las acciones del hombre se desarrollan indiscutiblemente siempre en el marco del mundo. El mundo siempre está implicado activamente en el actuar del hombre y su relación con las cosas, la naturaleza y los otros; antepone siempre un escenario que «evidencia», como fondo para cualquier representación, el mundo. No obstante, puesto que el hombre es un sujeto que se coloca fuera de sí, en l mundo. El hombre debe ser consciente de lo que acontece y a la vez le acontece en el mundo. En este sentido, la existencia del hombre, su estar aquí, en el mundo, no refiere un sentido meramente espacial, sino y más profundamente, en el significado que el hombre atribuye a dicha especialidad, esto es, la existencia del hombre a guarda siempre un entramado de significaciones que resulta de la relación con las cosas que se presentan en su existencia, por tanto, el valor que adquieren las cosas del mundo depende indiscutiblemente de los referentes de sentido que en el trasegar por la existencia entretejan los hombres. 3 DE 3