Alimentación de los peces

junio 21, 2018 Desactivado Por admin

Alimentación de los peces Si practicas buceo puedes encontrarte con especies de animales de lo más variopintas, gracias a que la diversidad de las profundidades marinas es increíble. Muchos creen que el submarinismo es un deporte extremo, pero lo cierto es que te deja sensaciones maravillosas, donde la naturaleza te envuelve mientras descubres paisajes únicos. A continuación vamos a hablar de curiosidades marinas. Tipos de alimentación La alimentación de los peces es muy diversa.

Según sus hábitos alimenticios podemos clasificarlos básicamente en tres grupos: Herbívoros: son muy pocos, tanto en aguas dulces como marinas. Comen algas y plantas marinas. Carnívoros: son aquellos ue se alimentan de gusanos, de cangrejos, de otros p luscos. Son los OF17 Svipe View next pase to nut tiburones o los atune en _ Omnívoros: los que s utre El régimen alimentari distinto al de los adul egetales. s suele ser muy s se alimentan de zooplancton, mayoritariamente de rotíferos, copépodos y cladóceros. Existen un gran número de especies que se asocian con otras para obtener algún beneficio.

La rémora, por ejemplo, posee una ventosa en la parte dorsal de su cabeza, que le permite pegarse a los tiburones u otros peces grandes, de manera ue puede aprovechar los restos de alimento del tiburón de forma gratuita. También las rémoras pueden alimentarse de los parásitos externos de los escualos, c cosa que les beneficia mutuamente. Los peces limpiadores (Labroides dimidiatus), son unos pequeños peces, pertenecientes a la familia de los lábridos, que se alimentan de los parásitos externos de otros peces. Pueden incluso entrar en la boca de peces mucho mayores que ellos sin riesgo a ser devorados.

Un pez que necesita los servicios de limpieza de esta especie extiende bien sus aletas o bien, abre la boca para mostrarle la zona a limpiar. Sin embargo, existe un pez, el falso limpiador (Aspidontus taeniatus), que imita los colores y los movimientos del verdadero, de modo que otros peces que esperan ser limpiados reciben, por el contrario, mordiscos en sus aletas. NUTRICIÓN DE LOS PECES Casi todos los peces son carnívoros; no obstante, en las aguas dulces se encuentran algunos herbívoros y algunos marinos también admiten vegetales.

El atún y algunos tiburones son peces típicamente carnívoros. Otros se vuelven carnívoros a una edad bastante avanzada; muchos bacalaos y la gallineta nórdica, por ejemplo, sólo se alimentan de arenques y de capelines en su ejez. El alimento de los carnívoros lo constituyen principalmente especies de pequeña talla que se dan en gran número de individuos: sardina, arenque, espadín, capel[n, lanzón, rubios y góbidos. El atún siente especial predilección por otros peces carnívoros, tales como la caballa, el jurel, la aguja, etc.

La mayoría de los peces sólo se alimentan de invertebrados; desde este punto de vista tres grupos tienen especial importancia: los crustáceos, que desempeñan en el mar el mismo p 2 7 vista tres grupos tienen especial importancia: los crustáceos, que desempeñan en el mar el mismo papel que los insectos n tierra y constituyen las víctimas de numerosos peces; los gusanos poliquetos, de los cuales se alimentan prácticamente todos los peces bentónicos en mayor o menor grado.

Los moluscos constituyen el tercer grupo y desempeñan también un importante papel, en especial los lamelibranquios y gasterópodos de concha frágil, fácil de romper. El pez perro tiene una dentadura tan potente que incluso es capaz de devorar los moluscos de concha gruesa. – Otro grupo importante para los peces de fondo es el de los equinodermos, que comprende las estrellas de mar, erizos de mar y holoturias, si bien, debido a que su valor nutritivo s bastante reducido, sólo son consumidos por los peces que habitan zonas donde escasean los crustáceos, gusanos y moluscos.

Los peces de superficie localizan el alimento mediante la vista, pero los bentónicos se valen de los órganos sensoriales localizados en los tentáculos bucales (barbillas de los gádidos). Los peces planos poseen, en la región inferior de la cabeza, células sensoriales especiales que desempeñan la misma función. ENFERMEDADES, CLASES, SINTOMATOLOG(A, CONTROL Y PREVENCION DE LOS PECES ncluso para un erudito en piscicultura, nada hay más complicado como el diagnosticar la enfermedad que sufre uno de los peces e ‘su acuario.

Es penoso actuar sin el conocimiento completo de lo que se desea realizar. Ante la inseguridad d un diagnóstico, lo más conveniente es emplear el remedio de la 3 7 realizar. emplear el remedio de la enfermedad que más se asemeje a la que se crea que padezca el pez. Esto en el caso de que no se desee llevarlo a un especialista que pueda sacarnos de dudas, lo mismo que se hace con un perro o un gato amigo. Si se logra acertar, aunque sea de forma aproximada, y el pez aguanta los baños, seguro que se salvará.

Sólo se precisa obrar con cierta decisión, empleando correctamente los métodos a eguir en cada caso. Como en todos los órdenes de la vida, y mucho más tratándose de peces, siempre es más fácil prevenir que curar. Por ello es recomendable tener en cuenta, principalmente, la correcta oxigenación, los cambios bruscos de temperatura o su falta o exceso, la limpieza del agua y, sobre todo, la alimentación. Las enfermedades pueden hacerse dueñas de un acuario de diversas maneras: por peces nuevos, por plantas no desinfectadas o por el alimento vivo, producto de charcos y zanjas.

Este último es muy difícil de desinfectar, aunque aconsejamos añadir el agua del acuario una cucharadita de sal omún por cada cinco litros de agua. Con esto se conseguirá evitar en muchos casos la reproducción de hongos. Asimismo, y sobre todo en los acuarios de cría, conviene poner una gota de «tripaflavina» al 4000 por cada litro de agua, o bien azul de metileno al 2 Falta de oxígeno Por lo general suele producirse por un acuario inadecuado, falto de equilibrio o renovación de aire artificial inyectado por medio de bombas. Acuarios reducidos con exceso de p equilibrio o renovación de aire artificial inyectado por medio de bombas.

Acuarios reducidos con exceso de población donde los eces carecen de libertad de movimiento, su alimentación en estos casos se hace muy dificultosa, ya que el agua se contamina de impurezas. La falta de oxigeno puede ser denunciada por los mismos peces, especialmente los «carassius», a los que se les ve nadando o manteniéndose cerca de la superficie y en forma inclinada, no presentando sus formas corrientes de accionar cuando el agua tiene las condiciones exigidas para su vida en salud. Exceso de oxígeno Asf como la falta produce trastornos graves en los peces, un aumento del normal (que debe ser de 5 a 10 mg. or litro), llevado al doble o más, produce la enfermedad conocida como embolia gaseosa» Si en un acuario las plantas trabajan bien y tienen como complemento un aireador, puede resultar que, sometiendo el recipiente a la acción de la luz solar, las plantas que tenían baja producción de oxígeno aumentan el mismo, con la consiguiente saturación del agua. Los peces que respiren en ese medio sufrirán pronto las consecuencias, pudiéndose notar en sus cuerpos, y sobre todo en sus aletas, pequeñas burbujas que indican su mal. Si esto no se llegara a detectar a tiempo, se producirá la muerte de los peces.

Pero si, por el contrario, el piscicultor lo advierte a su debido iempo, deberá inmediatamente trasladar a los peces a otro acuario con agua normal. De esta manera, éstos tendrán grandes posibilidades de salvarse. Por otra parte, el mismo acuario c 7 éstos tendrán grandes posibilidades de salvarse. por otra parte, el mismo acuario causante puede ser mejorado, bastando con evitarle la luz solar, suprimiendo momentáneamente el aireador y cambiando la mitad del agua por otra de igual temperatura, a fin de que los peces puedan normalizar su vida.

Temperatura Los peces pueden debilitarse por permanecer a una temperatura inadecuada, por cambio brusco de la misma, bien al pasarlos e una pecera a otra por cambio de agua más fría que la que contenía. Por tanto, hemos de prestar la máxima atención al termómetro. La temperatura idónea para acuarios que contengan peces tropicales es de 23 a 25 grados centígrados, que equivalen en la escala Fahrenheit, de 70 a 74 grados.

Es decir, durante el invierno deberá mantenerse esta temperatura de forma artificial, mediante el empleo de aparatos especiales, los cuales se suprimirán durante el verano Si es posible, el acuario habrá de tenerse en lugares interiores, a fin de que esté menos expuesto a las continuas variaciones climáticas. Sin embargo, tanta autela sólo es precisa para los ejemplares tropicales, los cuales generalmente son costosos y difíciles de adquirir Por otra parte, los peces sufren rápidamente las variaciones térmicas y su temperatura animal es, en general, un grado superior a la del medio ambiente.

Por esto, cuando se calienta el agua de los ríos o los mares, ciertos peces buscan la temperatura que les conviene en la profundidad Cuando se cambie el agua de un acuario, la que se renueve tendrá una temperatura superior en dos 6 7 se cambie el agua de un acuario, la que se renueve tendrá una temperatura superior en dos grados a la del mismo. Hemos de tener en cuenta que los peces son animales de sangre fría, cuya temperatura va en concordancia con el medio en que viven.

Los peces, en su hábitat natural, han vivido por muchas generaciones a una temperatura determinada, la cual el cuidador ha de conocer, a fin de mantenerla en sus peceras, ya que los órganos y tejidos del pez están perfectamente adaptados a ella Si se cambia de forma brusca la temperatura del agua, los peces no pueden aclimatarse inmediatamente. por tanto, su organismo sufre serios trastornos, lo que da como resultado la reducción notaria de su vitalidad, así como la falta de resistencia las diversas bacterias que pueden atacarles, produciéndose en algunos casos la muerte de los ejemplares, sobre todo la de los débiles por sí mismos.

Al efectuar cambios de agua, es absolutamente imprescindible mantener bien a la vista el termómetro, además de seguir fielmente las siguientes explicaciones: Cuando se desee reducir la escala «Fahrenheit» a Centígrado, se empleará la fórmula 5/9 Alimentación una de las enfermedades más generalizadas en los peces es la constipación producida, por lo general, por una alimentación inadecuada o poco variada. Dicha enfermedad es fácil de reconocer, ya que el pez se hincha n su parte ventral. Sus movimientos se tornan mucho más lentos, se produce un cruzamiento en las escamas y, sobre todo, una ausencia absoluta de materia fecal.

Si la enfermedad es descub 7 7 las escamas y, sobre todo, una ausencia absoluta de materia fecal. Si la enfermedad es descubierta a tiempo, sólo bastará con aislar al pez afectado en una pecera con buena aireación, administrándole pulgas y toda clase de alimento vivo en abundante. También puede utilizarse otro procedimiento, consistente en coger el pez con una red de muselina, y mediante una jeringa llena de aceite de ricino, se le echará un chorro en la boca, eniendo la suficiente paciencia y dedicación hasta asegurarse de que el animal ha ingerido algo.

Si no se obtiene el éxito deseado, puede repetirse la operación, aunque antes es aconsejable dejar descansar al pez durante unos minutos. En caso de que aún no haya sido satisfactoria tal práctica, pueden emplearse medios más drásticos. por ejemplo, se prepara agua en una pecera aparte o cualquier otro recipiente apropiado y se calienta hasta obtener una temperatura ligeramente superior a 10 grados centígrados de la que tenía el acuario en que vivía el pez enfermo. No obstante, tal temperatura no debe sobrepasar nunca los 30 rados centígrados.

Sólo con mucha dedicación y práctica podrá detectarse que un pez del acuario presenta anormalidades, producto de una enfermedad cuya consecuencia podría ser grave, haciendo necesario su aislamiento inmediato y tratándolo con los medios corrientes, tales como baños de sal, permanganato, aumento de temperatura, etc. Por otra parte, sólo se devolveré al pez al acuario o pecera cuando se tenga la completa seguridad de que éste se haya mejorado (cosa bastante fácil de observa 8 7 cuando se tenga la completa seguridad de que éste se haya mejorado (cosa bastante fácil de observar).

Asimismo, existe cierta relación entre el alimento, la temperatura del agua y su oxigenación Todo animal, bien sea de tierra o de agua, vive por una serie de reacciones químicas complejas y equilibradas. La principal de todas estas reacciones y de la cual dependen las demás, consiste en una lenta combustión del carbono y del oxígeno. El primero es absorbido por el animal por la comida, y el segundo lo es por sus pulmones o por sus branquias.

Esta transformación química o fenómeno, se denomina metabolismo es activado como toda combustión, por medio de combustible; cuanto más oxígeno, más calor. Si uno de los factores aumenta, los otros deberán aumentar en proporción, A modo de ejemplo, hemos de señalar que un pez privado de alimento morirá más rápido a 28 grados cent[grados que a 26; por consiguiente, también morirá antes con agua excesivamente oxigenada que con un agua normal El calor y I oxigeno consumen el alimento y los tejidos más rápidamente.

De igual manera, un exceso de alimento sin calor y oxigeno consumido ocasionaría en el pez trastornos similares. Cuanto más caliente es el agua, menos oxígeno contiene, de manera que para conservar equilibrio en una pecera umentando Ja temperatura, habrá que aumentar también el alimento y el oxigeno. Esto se puede hacer aumentando el número de plantas, intensificando la luz o reduciendo el número de peces, aunque lo último es lo más seguro.

La experiencia fructificará poco a poco. Sin e número de peces, aunque lo último es lo más seguro. La experiencia fructificará poco a poco. Sin embargo, a los noveles hemos de hacerles algunas sugerencias: Branquitis Es la inflamación de las branquias a causa de que el pez ha estado en un acuario falto de oxígeno y ha tenido que esforzarse por respirar. Transferir el pez a otro acuario poco profundo y airearlo artificialmente, dándole alimento vivo y vegetal.

Si unas enfermedades se deben a parásitos, otras débense a la calidad del agua. Así, los salmones sufren el ensanchamiento de la glándula tiroides por falta de yodo en las aguas, cosa que se manifiesta por una linea o punto rojo sobre el piso de la boca, cerca del segundo par de arcos branquiales, Basta añadir unas soluciones pequeñas de yodo en el agua donde viven o en su alimento. Hongos En el agua existen gran cantidad de hongos de color blancuzco que cubren con su pelusa los restos de la comida, etc.

Estos ongos son del género Saprolegna, y naturalmente, no atacan a los peces vivos, más así tienen alguna herida, ésta se cubre de hongos que en ciertos casos pueden invadir todo el cuerpo, provocando la muerte. El aspecto de un pez atacado por hongos presenta manchas blancuzcas sobre el cuerpo o sobre las aletas, de forma y tamaño irregular. Cuando un pez es atacado por hongos no hay que aislarlo, salvo que esté muy debilitado, pues existen especies de saprolegnas en todo el acuario y no contaminará a los demás, sino están lastimados. Vale más evitar la enfermedad que curarla, y para ello es preciso tener el acuario muy 0 17