Anecdota de fco villa
Anecdota de fco villa gy JoOnaa ACKa6pR 02, 2010 | 2 pagos Anécdota de Francisco Villa Pancho Villa se nombró gobernador militar del Estado de Chihuahua, comenzando el extraordinario experimento -extraordinario porque no sabla nada acerca de esos asuntos- de organizar con su propia cabeza un gobierno para 300,000 personas. Muchas veces se ha dicho que Villa tuvo éxito porque disponía de consejeros educados. En realidad, estaba casi solo. Los consejeros que tenía pasaban la mayor parte de su tiempo dando espuesta a sus preguntas impacientes y haciendo lo que él les dec[a que hicieran.
Dos horas después que entró al palacio de gobierno, vinieron en grupo los cónsules extranjeros a pedirle protección para los doscientos soldados federales ue habían uedado como fuerza Swipe to page pollclaca, a solicitud Antes de contestarle -¿Quién es el cónsul Scobell, el vicecónsul -Yo represento a los ora illa _ a ñol id ente: -iMuy bien! -dijo Villa-. Dígales que hagan sus maletas. Cualquier español que sea detenido dentro de los límites del Estado espués de cinco días, será llevado a la pared más cercana por un pelotón de fusilamiento.
Los cónsules hicieron un gesto de horror. Scobell empezó a protestar violentamente, pero Villa lo hizo callar. -Esto no es una determinación inesperada de mi parte -dijo-. He estado pensando en ella desde 1910. Los españoles deben irse. El cónsul norteamericano, Letcher, dijo: -General, no discuto sus motivos, pero creo que está usted cometiendo un grave error político al expulsar a los españoles. El gobierno de Washington vacilará mucho tiempo antes de ser migo de un bando que hace uso de tan bárbaras medidas. Señor cónsul -contestó Villa-, nosotros los mexicanos hemos tenido trescientos años de experiencia con los españoles. No han cambiado en carácter desde los conquistadores. No les pedimos que mezclaran su sangre con la nuestra. Los hemos arrojado dos veces de México y les hemos permitido volver con los mismos derechos que los mexicanos; y han usado esos derechos para robarnos nuestra tierra, para hacer esclavo al pueblo y para tomar las armas contra la libertad. Apoyaron a Porfirio Díaz.
Fueron perniciosamente activos en la política. Fueron los españoles los que fraguaron el complot para llevar a Huerta al Palacio Nacional. Cuando Madero fue asesinado, los españoles celebraron banquetes jubilosos en todos los estados de la República. Considero que somos muy generosos. Scobell insistió con vehemencia diciendo que cinco días era un plazo demasiado corto, que él no podría comunicarse posiblemente con todos los españoles del Estado durante ese término; entonces Villa lo extendió a diez días.