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Rev Esp Cardiol. 2008; 61: 97 -98 – Vol. 61 Núm. 01 DOI: 10. 1 157/131 14968 Electrocardiograma preoperatorio: ¿rutina inútil o herramienta esencial? Eduardo Alegría Ezquerraa, Eduardo Alegría Barreroa, Ana Alegría Barreroa a Departamento de Cardiología y Cirugía Cardiovascular. Clínica Universitaria de Navarra. Facultad de Medicina. Universidad de Navarra. Pamplona. Navarra. España. Art[culo Sr.
Editor: La evaluación clínica previa a cual uier intervención quirúrgica p generalmente corre muchos casos tambi ogos, aunque en OF2 que el riesgo cardiov ular e ronóstica en la gran inveterado de dicha s diólogos, dado cendencia clínica y ciones. Componente reoperatoria es la práctica de un electrocardiograma (ECG). Las directrices de práctica clínica de entidades oficialesl dan por hecho que el E-CG forma parte de la evaluación básica preoperatoria añadida a la estratificación del riesgo por los baremos usuales2; incluso señalan que su anormalidad determina la pertinencia de consulta cardiológica.
Se ha demostrado que la simple clasificación de los ECG preoperatorios en «normales» o a Swipe to kdew next page ?anormales» mejora la utilidad pronóstica de la evaluación clinica basada en el riesgo del paciente y el de la intervención3. No obstante, el 51% de los ECG preoperatorios son anormales4y rara vez ello modifica la actitud terapéutica o se correlaciona con los desenlaces en la población de bajo riesg04.
En cambio, en los pacientes con antecedentes de cardiopatía isquémica la información del ECG preoperatorio tiene bastante relevancia pronóstica5. El incremento de valor pronóstico sobre el riesgo operatorio que añade un ECG anormal es muy pequeño en números absolutos en pacientes de riesgo bajo o intermedio, or lo que parece claro que el ECG sistemático en esta población puede ser prescindible3. Se considera como ECG «anormal», a efectos preoperatorios, el hallazgo de. ipertrofia ventricular izquierda, ondas Q patológicas o alteraciones del segmento STY algunos ritmos anormales (fibrilación/aleteo auricular, ritmo de marcapasos, extrasistolia ventricular)3. Además, la taquicardia sinusal basal (no relacionada, lógicamente, con la enfermedad que exige la intervención quirúrgica) podría añadirse a la lista, según algunos estudios que han demostrado su relación con complicaciones5.