condiciones de vida
RECIBIDO: FEBRERO 2012 CUADERNOS DEL CENDES ACEPTADO: ABRIL 2012 AÑO 29. NO 79 TERCERA ÉPOCA ENERO-ABRIL 2012 57 Propuesta de índice de Calidad de Vida en la Vivienda MARíA AN SALAS-BOURGOIN* Resumen La disponibilidad de estadísticas para estudiar, de forma integrada, ciertas características del territorio venezolano y de su población es limitada por razones asociadas a su periodicidad, así como a su publicación oportuna y detallada.
En atención a esta situación, se presenta una propuesta de Índice de Calidad de Vida en la Vivienda que por medio de datos censales permite generar información íntesis para: i) análisis de la diferenciación espacial, ii) diagnóstico para el diseño de políticas y iii) seguimiento de aspectos vinculados a la calidad de vida del venezolano. Con la intención de dar lugar a reflexiones y discusiones sobre cómo sobrellevar tal limitación, para estudiar uno de los componentes de la calidad de vida, se presenta esta propuesta fundamentada en datos estrictamente censales. aspects related to Venezuelan life quality.
It is with the aim of promoting reflections and discussions about how to deal with the mentioned restraint, in order to tudy one of the components of life quality, that this proposal, based on census data, is presented. Palabras clave Calidad de vida / Condiciones de la vivienda / Análisis multicriterio / Indice de calidad de vida en la vivienda Key words Cife quality / Dwelling conditions / Multicriteria analysis / Cife quality index in dwelling * Profesora Asistente del Instituto de Geografía y Conservación de Recursos Naturales, Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales, Universidad de Los Andes.
Correo-e: bourgoin@ula. ve o 32 organismos supranacionales como la Organización de las Naciones Unidas e han diseñado y aplicado índices estándar para hacer seguimiento a los avances en el desarrollo humano y en la disminución de la pobreza; sin embargo, algunos de estos índices no se pueden estimar a escala parroquial, por no disponerse de los datos necesarios.
Con el fin de salvar este obstáculo, se propone un índice destinado a estimar la calidad de vida en la vivienda, sustentado en datos censales que son de fácil compilación y que pueden aplicarse desde la escala parroquial hasta la nacional, para aproximarse a uno de los componentes de la calidad de vida: las condiciones de la ivienda, y a partir de ello hacer análisis espacial.
Para su diseño, se aplicaron los principios básicos de la metodología del análisis multicriterio, y a los fines de mostrar su implementación se estimó para cinco parroquias del municipio Barinas del estado Barinas: San Silvestre, Santa Lucía, Santa Inés, Torunos y la parroquia capital Barinas, con datos del XIII Censo de Población y Vivienda obtenidos en la página web del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), a través de su link «Censo 2001 Redatam+SP».
Para presentar esta propuesta, se consideró pertinente abordar nicialmente una breve reseña sobre la noción de calidad de vida y su evolución, así como sobre la historia de su estimación, para pasar luego a la presentación del «[ndice de Calidad de Vida en la Vivienda» (ICVV), por medio de la descripción de la metodología, seguida de su cálculo y su posterior aplicación a un caso de est sito de mostra metodología, seguida de su cálculo y su posterior aplicación a un caso de estudio, a propósito de mostrar su adecuación a la realidad, a partir de su comparación con el componente «Hogares en viviendas inadecuadas» del índice de Necesidades Básicas Insatisfechas, estimado por el INE para el 2001 .
Calidad de vida: nociones básicas Cuando se consulta la historia de principios del siglo XVIII y se conocen las condiciones en las cuales vivía la población de Inglaterra, Francia, España y Portugal, por mencionar algunos países de Europa Occidental, una de las primeras reflexiones que se hace gira en torno a la baja calidad de vida de tales sociedades. c D s 4 32 vive una sociedad. Lamentablemente, no fue sino a partir de mediados del siglo XX, años sesenta para algunos expertos y años setenta para otros, cuando el hombre omenzó a debatir, propiamente, sobre la calidad de vida de la población mundial. Palomino y López (1999:171) señalan que las primeras concepciones sobre calidad de vida empezaron a difundirse en los años setenta para entender y explicar el «incremento de patologías sociales en los países desarrollados, en donde a pesar de los elevados niveles de bienestar, se acentuaban los síntomas de descomposición social».
Esto llevó a dudar de que la felicidad humana estuviese sustentada exclusivamente en lo material o en el goce de ciertos aspectos de la vida, como lo señala Veenhoven (2005), e indujo a dirigir la mirada acia lo realmente básico, esencial o «auténtico» para la calidad de vida. Gracias a propuestas de estilos de desarrollo como la de Max- Neef y otros sobre el desarrollo a escala humana, presentada en 1986 y reeditada en 1998, se planteó como realmente esencial para la vida lo relativo a las necesidades humanas; aquellas que no cambian con el tiempo y son interdependientes, fundamentales para mantener al hombre en un estado de vida adecuado a su condición de ser humano. Desde esta posición, Max-Neef y otros (1998:40) señalan que «La calidad de vida dependerá de las posibilidades que tengan las personas de atisfacer sus necesidades humanas fundamentales», entre ellas «ser, tener, hacer y estar» (ibíd. ).
Esto, no bajo el criterio del mínimo de subsistenci arco de los principios de s 2 libertad, no bajo el criterio del mínimo de subsistencia, sino en el marco de los principios de libertad, equidad y justicia social, como bien refiere Pereira (2002). Es así como a partir de la década de los ochenta los expertos ven en la calidad de vida una categoría de análisis integradora, en la cual las necesidades humanas abarcan todas las áreas de su existencia, incluyendo condiciones objetivas y subjetivas. Sobre el articular, Ardila (2003) describe la calidad de vida como una combinación indisociable de elementos objetivos y la evaluación que de los mismos hace el individuo. ara Vennhoven, la calidad de vida objetiva implica «el grado en el que una vida cumple los estándares explícitos de buena vida, tal como sería evaluada por un observador imparcial externo» (2005:19). Por otra parte, la subjetiva comprende autovaloraciones referidas a criterios específicos y particulares. 6 32 centró en indicadores básicos, como la mortalidad infantil y el Producto Interno Bruto per cápita (PIB per cápita), que fueron os de mayor uso; por otro, surgieron también propuestas fundamentadas en sistemas de indicadores que debían compilarse y analizarse en conjunto para estimar niveles de calidad de vida. Entre las propuestas más importantes a referir está la presentada en el año 1961 por la ONU, en el marco de su estudio sobre nivel de vida.
En su informe «Definición y medición internacional del nivel de vida», donde se le definió como «las condiciones reales en las que vive un pueblo» (ONU, 1961 : 1), se consideró que el mismo se cimentaba sobre elementos relacionados con salud, nutrición, vivienda, condiciones e empleo, seguridad social, vestido, esparcimiento y recreo, libertades humanas y educación, y por lo tanto sería a partir de un sistema de indicadores concretos que se podr[a abordar una forma de medición internacional. No obstante, desde la perspectiva de sus autores no se consideraba «aceptable ninguna medida única o general del nivel de vida» (íb[d. ).
Otros trabajos con similar orientación fueron los realizados por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), para medir el bienestar de los veinticuatro países más industrializados; el de Morris D. Morris y el Consejo de Desarrollo de Ultramar, que propuso el Índice de Calidad Física de Vida (ICFV) y el de Richard Estes, quien planteó el Índice de Progreso Social (IPS) (Palomino y López, 1999). Con el transcurrir del tiempo la necesidad de integración de esos indicadores se hizo prese 7 32 I ggg). presente y comenzaron a plantearse diversos índices, entre los que destacan, por ser los más recientes, el índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (INBl)y el índice de Desarrollo Humano, así como otros que, destinados a estimar la pobreza, como el Indice Multidimensional de Pobreza y Magnitud de la
Pobreza, por ejemplo, sirven para aproximarse al estudio integrado de las condiciones que denotan la calidad de vida de una población. Constituyen medidas estándar que permiten, teniendo los datos de base, estimar niveles de calidad de vida a diferentes escalas geográficas y llevar a cabo estudios sincrónicos y diacrónicos para la planificación, el diseño de politicas públicas y estudios sobre diferenciación espacial. Tratándose de propuestas que intentan reflejar la calidad de vida como categor[a de análisis que agrupa, especialmente, los aspectos vinculados a las condiciones objetivas e existencia de una población, compilan, según el enfoque prevaleciente, indicadores particulares.
En el caso del indice de Necesidades Básicas Insatisfechas, según la CEPAL/ PNUD (1989, en Feres y Mancero, 2001) se reúnen cuatro tipos de necesidades básicas, por medio de doce indicadores: 32 acceso a la vivienda (materiales en piso, paredes y techo; número de personas en el hogar y número de cuartos en la vivienda); 2. acceso a servicios sanitarios (fuente de abastecimiento de agua; disponibilidad de servicio sanitario; sistema de eliminación de excretas); 3. acceso a educación (edad de los miembros del hogar y sistencia a un establecimiento educativo) y 4. capacidad económica (edad de los miembros del hogar, último nivel educativo aprobado, número de personas en el hogar y condición de actividad).
Por su parte, el Índice de Desarrollo Humano del PNUD aglutina tres indicadores: 1) alfabetización del adulto; 2) esperanza de vida al nacer y 3) Producto Interno Bruto per cápita. Ahora bien, ¿cuál es la necesidad de plantear nuevos índices sobre calidad de vida? : 1) analizar especificidades; 2) generar índices adecuados a la base de datos disponible; 3) alcanzar mayor nivel de detalle en la estimación y 4) darle oporte a nuevos enfoques de análisis. Como se verá a continuación, las dos primeras razones son la base de esta propuesta. Índice de Calidad de Vida en la Vivienda: fundamentación y utilidad Como ya se mencionó, la calidad de vida se sustenta en factores objetivos y subjetivos.
Los primeros incluyen bienestar material, salud, relaciones armónicas con el ambiente, educación, trabajo, seguridad e integración con la comunidad, por ejemplo, y los segundos se refieren a intimidad, expresión emoc ad percibida V salud factores, los correspondientes a la calidad de vida objetiva son los que brindan as mayores posibilidades de medición o estimación. Lamentablemente, en parte de los países no desarrollados las fuentes estadísticas para estimar estos factores por medio de indicadores e índices son escasas y ello representa un problema a enfrentar, puesto que la necesidad de conocer los avances o retrocesos en el nivel de calidad de vida de una población, como un todo o en algunos de sus componentes, así como las diferencias espaciales en función de esta, es fundamental.
De allí que en la «Declaración de Estambul: un futuro equitativo y sostenible para todos» se destaque la mportancia de los datos y, a la vez, se afirme que «Sólo podemos controlar aquello que podemos medir [… ] Por lo tanto es fundamental que midamos los avances en la consecución del desarrollo sostenible de una forma más integral» (PNUD, 2012:1). Aparte del hecho de que, en algunos casos, se carece de fuentes estadísticas y que ello es una limitante para el seguimiento de los avances o retrocesos en el mejoramiento de la calidad de vida de la población, también ocurre que, requiriéndose conocer un aspecto fundamental sobre esta para atender un problema especifico, no se dispone de indicadores 0 DF 32