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agosto 14, 2018 Desactivado Por admin

Revista pl NÚMERO 10 | JULIO – DICIEMBRE 2012 | ISSN: 0718-655X DOSSIER Hernán Cuevas y Juan Pablo Paredes «Estudios Cualitativos nterpretativos de la Política» Introducción: La ciencia politica y el campo de los estudios cualitativos interpretativos de la poltica ARTÍCULOS Javier Auyero Los sinuosos caminos de la etnografía política la ciencia política (en adelante CP), presenta una paradoja: no se inclina a aplicar a si misma las herramientas analíticas con que estudia el poder.

Esta falta de reflexividad predominante en la práctica de la CP reproduce una representación de la misma como una actividad de roducción de conocimiento puro. Según esta representación, los practicantes de la CP serían miembros de una comunidad igualitaria de pares que se aproximarían de manera desapegada, desprejuiciada y libre de valoraciones al estudio de la realidad política. Así, la CP estaría gobernada por la búsqueda de la verdad de quienes conformarían esta comunidad de cientistas políticos neutrales.

Gracias a los principios metodológicos de la práctica científica rigurosa, la CP sería capaz de expurgar el poder de la práctica disciplinaria. Si, en cambio, concebimos a la CP como una actividad de producción imbólica cuyos productos son las verdades científicas que tienen lugar en un campo especializado que, como cualquier otro, está determinado por relaciones de fuerza, monopolios y agentes que luchan por consolidar sus posiciones, la imagen que obtenemos de la disciplina cambia radicalmente. Profesor de la Escuela de Ciencia Política, Universidad Diego Portales, Santiago de Chile 29 E-Mail: hernan. cuevas@ud de un espacio disciplinar relativamente hegemonizado por una epistemología (post)positivista y unos principios metodológicos basados en la lógica de inferencia científica derivadas de a teoría estadística. 2 Esta epistemología y sus principios metodológicos, característicos del mainstream de la CP. operan como gatekeepers: demarcan el espacio de la disciplina y excluyen aquellas prácticas de investigación que no se conforman con los criterios esperados de validez y calidad3.

Más en detalle, la fortaleza emp[rica de las corrientes conductista, de elección racional e institucionalista se ha aliado con una comprensión de la ontología social de carácter fundacionalista y esencialista, una epistemología (post)positivista y una sensibilidad metodológica que privilegia e análisis entrado en variables y la explicación parsimoniosa. De ello se derivan criterios metodológicos de validación científica, como la confiabilidad, la validez (interna y externa), la triangulación entendida como verificación y la veracidad de nuestras afirmaciones en tanto verdad referencial.

De este modo, la complejidad social, los contextos significativos, la experiencia y la explicación narrativa, las epistemologías realistas-cnticas o constructivistas, y las ontologías sociales anti-fundacionalistas y anti-esencialistas son descartadas rápidamente. disciplinar el , en este contexto contaminaciones. Este proceso, que nosotros vemos como preocupante, es visto por muchos como un avance y maduración de la disciplina.

La CP habría progresado en las últimas décadas sobre las bases teóricas del (nuevo) institucionalismo, la teoría de elección racional y la lógica formal, el método estadístico y el método comparado. para una visión general del dinámico campo teórico del nuevo institucionalismo, ver Peter Hall y Rosemarie Taylor, «Political Science and the Three New Institutionalisms», Political Studies XLIV (1 996): 936-957; paul Pierson, POIitiCS in Time: History, Institutions and Social Analysis (Princeton, N]: Princeton University Press, 2004) y el manual de Rhodes, R.

A. W. et al. , The Oxford Handbook of Political Institutions (Oxford: OUP, 2006). Sobre la teoría de elección racional y el cost/benefit analysis, ver los clásicos de Anthony Downs, An Economic heory of Democracy (NY: Harper, 1957), y de Mancur Olson, The Logic of Collective Action. Public Goods and the Theory of Groups (Cambridge: Harvard, 1965), y los más recientes libros de Jon Elster Nuts and Bolts for the Social Sciences (Cambridge: CUP, 1 989) y Explaining Social Behavior – more Nuts and Bolts for the Social scjences (Cambridge: cup, 2007).

Sobre el método comparado, ver de Giovanni Sartori, La Política: Lógica y Método en las Ciencias sociales (México: FCE, 1984), y David collier y Jon Gernng (eds. ), Concepts and Methods in the Social Sciences: The Tradition of Giovanni Sartori (London: Routledge, Taylor and Francis, 2009). Sobre los métodos cualitativos, cuantitativos y las reglas de inferencia estadística sigu 4 29 referencia fundamental el King et al. , Designing estadística sigue siendo referencia fundamental el libro de Gary King et al. , Designing Social nquiry.

Scientific Inference in Qualitative Research (P inceton: Princeton University Press, 2001). Bajo la égida de este cuerpo teórico y metodológico que comparte similares supuestos epistemológicos (Post) positivistas, se ha desarrollado una disciplina coherente que constituye el mainstream de la CP 3 El texto de Gary King et al. , Designing Social Inquiry, que es ampliamente utilizado en la formación de cientistas sociales en general y de cientistas políticos en particular, sostiene que el método es la esencia de la actividad científica y es aquello que la define. HERNÁN CUEVAS Y JUAN PABLO PAREDES estatuto epistemológico de la ciencia política cualitativa interpretativista pero también de aquella inspirada en el post-estructuralismo- se vuelve problemático y marginal. Esta situación, sin duda alguna bien motivada por intenciones loables de la comunidad de cientistas políticos en su afán por constituir su práctica en ciencia, afecta no solo la esfera intelectual de las ideas y las prácticas de produccion de conocimiento de los investigadores, sino también la de la formación de los cientistas políticos profesionales.

En efecto, la formación de estos ocurre con base non (post)positivista que sap 29 imprime corrientes mainstream, consolidadas en su posición de poder, han restado poca atención a la antigua y prestigiosa tradición metodológica de investigación cualitativa interpretativa que hunde sus raíces en humanidades y en el origen de las ciencias sociales. Como consecuencia, las diferentes corrientes de investigación empírica de la ciencia política han enfatizado estrategias de estudio, tanto cuantitativas como cualitativas, centradas en el análisis de variables y en la medición de fenómenos.

Tomando conciencia de tal despreocupación, este número de la Pléyade se propuso hacer una humilde contribución para invitar a llenar tal vacío. Esta breve colección de artículos a los estudios nterpretativos de la política pretende ser un primer paso en una tarea que concebimos como permanente. II. Los estudios cualitativos interpretativos de la politica ¿Qué caracteriza a los estudios cualitativos interpretativos? No hay una forma Incontrovertida de dar respuesta a esta pregunta (como ocurre con otras tantas preguntas relevantes de las ciencias sociales).

En efecto, las respuestas son múltiples, lo que hace imposible encontrar en este campo una posición paradigmática coherente5. 4 David Marsh y Gerry Stoker, eds, en Teoría y Métodos de la Ciencia Política (Madrid: Al’ 6 29 1997), V colin Hay, en POIit London: Palerave, 2002) ciencia política y las ciencias sociales en general, ver las colecciones de Mark Bevir, ed. , Interpretive Political Science. (London: Sage, 2010); Peregrine Schwartz-Shea y Dvora Yanow, eds. , Interpretation And Method: Empirical Research Methods And the nterpretive Turn (USA: M. E. Sharpe, 2006), y Michael T. Gibbons, ed. Interpreting Politics (NY: New York University Press, 1987), este último en un tono más filosófico, que ofrecen sendas defensas de interpretativismo. Otros argumentos a favor del interpretativismo son el clásico de Clifford Geertz, The Interpretation of 3 INTRODUCCIÓN No obstante, es posible plantear que si algo caracteriza a los estudios cualitativos interpretativos de la política es la intención que tienen sus cultores de indagar sobre los múltiples significados de la vida política desde una perspectiva metodológica rigurosa que presta atención a las distinciones y significados de los propios actores.

Denzin y Lincoln, dos connotados autores en el campo de la investigación cualitativa, sostienen que «los investigadores estudian sus objetos en su contexto natural, intentando hacer sentido o interpretando los fenómenos en términos de los significados que os propios participantes les confieren»6. Dicho de otro modo, el interpretativismo es una forma de investigacion empírica sistemática de lo . En efecto, el interpretativo que, por limitaciones de espacio, no podemos revisar en detalle.

En primer lugar, la investigación cualitativa interpretativa de la estudia los símbolos, la acción, los eventos, las identidades, las instituciones y/o procesos políticos en sus contextos de relaciones semánticas. Es decir, estos ‘objetos de estudio’ son analizados formando parte de relaclones con su entorno de símbolos, acciones, eventos, identidades, y procesos. En otras palabras, el investigador cualitativo interpretativo que pretende respetar el rasgo relacional y simbólico complejo de la vida social, debe construir y analizar su objeto de estudio como una parte de un contexto relacional más amplio.

De ahí que, frecuentemente, se enfatice el carácter holístico de la investigación cualitativa interpretativa, que Cultures (New York: Basic Books, 1973) y el polemico artículo de Dvora Yanow «Interpretive Empirical Political Science: What Makes This Not a Subfield of Qualitative Methods», Qualitative Methods vol. 1 NO 2 (2003): 9-13. para una mirada pretendidamente ecuánime que distingue ntre las posiciones epistemológicas y ontológicas del interpretativismo, por un lado, y el postmodernismo y el post-estructuralismo, por el otro, ver, de John Gerring, «Interpretations of nterpretivism», Qualitative Methods vol. NO 2 (2003): 2-6. Por su parte, Jason Glynos y Davi Howarth, en Logics of Criti n in the Social Sciences ofrece un argumento alternativo para la integración de las perspectivas post-estructuralista e interpretativista. Nosotros hemos seguido, tanto en esta introducción como en el dossier, esta sugerente posición. 6 Norman Denzin e Yvonna Lincoln, The SAGE Handbook of Qualitative Research (London: sage, 2005), 3. 7 La interpretación, en este sentido más bien técnico, no debe ser confundida con la clarificación hermenéutica, en tanto discreta actividad que pretende aclarar la ambigüedad.

Esta perspectiva exegética es el objetivo declarado de la filosoffa hermenéutica de Schleiermacher, Dilthey y sus seguidores. La perspectiva que aquí sostenemos se ha dejado influir por las filosofías hermenéuticas de Hans-Georg Gadamer, en Verdad y Método (Salamanca: Sígueme, 1992-1993) y Paul Ricoeur, en Hermeneutics and the Social Sciences (USA: CUP, 1981) que expanden el campo e preocupaciones de la hermenéutica más allá de la clarificación del significado del texto. 4 no acepta el reduccionismo de los estudios de variables que tienden a segmentar la complejidad de la realidad.

Sin embargo, este foco en el estudio de una totalidad no es una negación del carácter local del conocimiento producido por las metodologías cualitativas interpretativas. De ah» que la generalización sea problemática y controvertida, en tanto los significados son siempre significados e contextos particulares8. significados del agente, muchas veces tal y como este lo enuncia, para luego reconstruirlo sin introducir ayores abstracciones. En este caso, la fuente de significado es el agente y propias interpretaciones.

De esta comprensión parece derivarse reconstrucción exitosa de ese contexto y de los significados depende, en buena medida, de la capacidad de empatía del investigador para acceder al contexto del agente. Sin embargo, ya la antropología cultural de Clifford Geertz mostraba que el modelo de la empatía parece no rendir los frutos esperados. ¿Es posible ponerse en los zapatos del otro para producir conocimiento acerca de sus experiencias? 9 Geertz señala que, además de imposible, esto no es necesario.

En efecto, para producir una descripción densa de la situación estudiada, sería más adecuado reconstruir sistema simbólico del agente. Seria este contexto -el sistema simbólico en que se sitúa la interpretación del agente y su acción— el que permitir(a comprender la situación estudiada. La fuente del significado no es el agente y su experiencia ‘desnudos’, sino que es el agente y su experlencla enmarcados en su sistema de distinciones simbólicas lo que hace posible tal significado y nos permite entender aquello que está en juego en la vida 10 25 cotidiana (la noción de de oción de contexto