El papel de la antropología social y cultural hoy.

marzo 12, 2019 Desactivado Por admin

Por naturaleza el ser humano, como todo animal es sensible al cambio o la diferencia, a todo lo que le llama la atención. Por curiosidad, dudas y afán de conocer, la razón le guía al planteamiento del por qué la diferencia; asi una mente abierta y tolerante necesita entender, comprender y explicar; de aquí el acercamiento que deriva a la comprensión de donde nacen convivencia, compartir y mestizaje de idea, un todo enriquecedor.

El sujeto y el objeto se funden para crear un mundo. El campo de la inmigración no escapa a estos principios; más bien personas or el hecho de inmigrar son inscritos en el ámbito social de la sospecha y de la ilegalidad.

Partiendo de la charla de Lillane y Simon, intentaremos acercarnos de la noción de cultura indagando desde la a Visto de fuera, la situ PACE 1 org to View nut*ge ece desnuda de su realidad cultural; esta realidad la vive desde lo hondo de su ser, aunque expresarlo se inhibe por razones de desajuste causado por el salir de su tierra, el desarraigarse en busca de una situación social mejor o huyendo duras situaciones que atentan a su vida en su tierra de origen; también puede ser por razones de ormación, en busca de posibilidades de desarrollo, de combatir situaciones de injusticia o otro en su localidad.

En todo caso esta salida crea una destructuración enorme a la hora de adaptarse a la cultura que le acoge sin perder su identidad, más duro es si encuentra rechazo, estereotipo o incomprensión. Así pues SWipe 10 la diversidad que le toca vivir es irreversible, sin solución. Pero su consecuencia es el enriquecimiento. El rechazo, los estereotipos y la culpabilidad por problemas con que no tiene nada que ver provocan en el inmigrante, con mayor riesgo de encerramiento en si mismo, efectos psicosociales despiste, desarraigo, desesperanza, perdida de habilidades en busca de sentido perdido).

Eso puede llevar o a la derive moral o a la insensibilidad; a ello se añade frente a problemas institucionales o políticos, se desvía la atención culpabilizando la clase inmigrante, causando así un estereotipo grupal como si hubiera cultura perfecta o imperfecta. Así pues la sociedad acogedora se pierde la riqueza de la conmovision de la dlversidad, de la interculturalidad en un mundo plural. El encuentro nunca es para aculturarse, sino para una integración y conocimiento mutuo con reconocimiento de deberes y erechos.

Sería cuestión de valorar la persona en cuanto tal y luego su profesionalidad en su consideración como sujeto y objeto de transformación, lo que más a menudo importa en realidad. Parece ser, al menos en el caso de España, que la educaclón pública se configura sobre la base de subordinar las identidades históricas y culturales particulares al proyecto de creación de una ciudadanía nacional. ara poder ser una buena alternativa a las propuestas multiculturales, la educación para la ciudadanía, debe ser reformulada para integrar la diversidad ultural y el reconocimiento de las diferencias (se suele olvidar que cada cual es un mundo que tiene sus raíces en una cultur reconocimiento de las diferencias (se suele olvidar que cada cual es un mundo que tiene sus raíces en una cultura definida). Las diferencias se procesan por los individuos como identidades propias, y es dificil tener una exigencia de reconocimiento de la diversidad cultural de grupos indígenas, étnicos o culturales.

Ademas las afirmaciones culturales dominan la escena poltica con un peligro utilitario. De todos modos, Williams afirma que la cultura es una de las dos tres palabras más complicadas en lengua inglesa. Segun él, la dificultad de definir la cultura desde un planteamiento cientifico radica en su extensión histórica, geográfica e intelectual. Para definirla, por tanto, debe ser entendida desde la visión de un concepto flexible que se adapta a múltiples circunstancias y objetivos de investigación.

A partir de allí tomaremos parte en lo que es de la noción de cultura, partiendo de los textos desde la perspectiva antropológica. Con la aparición de la antropología se confirma lo que pocos como John Locke habían descubierto. l comportamiento humano no está determinado, al menos completamente, por la naturaleza; algunos aspectos biológicos del hombre han sido moldeados por su comportamiento social. De hecho es importante conocer cómo surgió la disciplina antropologica y cuál fue su aportación al concepto de cultura.

A mediados del siglo XVIII, se empieza a ‘ ‘checkear’ ‘ la cultura, su identificación y su evolución con el señalamiento de que el comportamiento social del hombre no se determina totalmente por factores genéticos. 31_1f8 por factores genéticos. Marvin Harris propone considerar a John Locke como el iniciador de esta revolución intelectual; afirma que el conocimiento o las ideas que tiene la humanidad son adquiridas mediante procesos sociales: la mente es como un gabinete vacío al que la experiencia va nutriendo de pensamientos y definiendo conductas.

Pero, Harris supone que aunque el concepto de cultura ya se venía definiendo desde esas épocas, no prevalecía en el debate intelectual sino que más bien existía una indiferencia ante el relativismo cultural; se creía en la existencia de principios universalmente validos a los que inevitablemente llegaría la umanidad, siempre que haya uso correcto de la razón, error que incorpora este concepto al sentido común. Herencia, de tipo social, que el hombre es capaz de transmitir a sus sucesores de una manera constante y creciente con el objeto de conservar los conocimientos adquiridos: eso es cultura.

La antropología estudia la sociedad y la cultura humanas, describiendo y explicando, analizando e interpretando las smilitudes y dlferencias culturales. para ello se utilizan las nociones de etnografía y etnología. En el dominio de la arqueología, la antropología describe y interpreta el omportamiento humano y los patrones culturales a través de los restos fósiles. Así, de los resultados sobre ciertas culturas o grupos sociales se entiende que el tipo de alimentación, costumbres, economía, relaciones con otros grupos, influye sobre su estilo de vida.

Se da a con relaciones con otros grupos, influye sobre su estilo de vida. Se da a conocer la diversidad biológica humana en el tiempo y en el espacio. Las palabras cultura y civilización han existido en distintas lenguas, pero esta era entendida como un privilegio de algunas razas que afirmaban la indiferencia al determinismo racial y el echo de que los hombres adquieren distintos conocimientos dependiendo del grupo al que pertenezcan, de su situación geográfica y temporal.

Lo peor es que, posturas, por desgracia mas cerca de la realidad cotldiana de la convivencla humana, como la de Slr James Lubbock, sostienen que, cada persona siendo producto de un código genético concreto, es natural e inevitable la desigualdad en la especie humana y cualifica de insalvables las diferencias entre las personas; así pues justifican que la diversidad cultural es consecuencia de aptitudes raciales naturales, innatas.

La obreza de tal argumento revela un etnocentrismo, una ceguera y cerrazón intelectual que ni siquiera se plantea el porque y como de la capacidad d’ adaptación del mismo sujeto pensante a sltuaciones de vida; lo biológico nunca puede ser única ni siquiera principal razón de la diversidad cultural. Además se les escapan la noción definitoria de cultura y ejemplos (el famoso caso de Victor el salvaje de Aveyron 1797, anterior al pensamiento de Sir James 1870) Por ello la antropología elabora un concepto totalmente opuesto al etnocentrismo.

Es precisamente en el estudio de las ociedades primitivas, las que se encontraban fuera del círculo de la cultura • legitima las sociedades primitivas, las que se encontraban fuera del círculo de la cultura ‘legítima’ las que sirven para plantear el nuevo concepto de cultura. En este sentido no hay sociedades sin cultura, todas las sociedades detentan la propia. La relatividad se refiere a que, por lo menos por principios metodológicos las culturas tienen un mismo valor.

La cultura es un conjunto complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, la costumbre y cualquier otra capacidad hábitos adquiridos por el hombre en cuanto miembro de una sociedad. Se considera sujeta a un proceso evolutivo, a partir del cual se deduce que cada cultura atraviesa una etapa evolutiva distinta aunque a ritmos distintos, excluyendo excesos relatlvistas. Malinowski, sin olvidar la cultura en su concepción total, la plantea como conjunto de respuestas sociales a las funciones primarias y derivadas del ser humano.

La cultura en este enfoque es «‘un sistema históricamente originado de esquemas de vida explícitos e implícitos que tiende a ser compartido por todos los miembros e un grupo o por algunos de ellos específicamente designados». Se entiende que toda cultura es un todo estructurado; que todos los individuos se comportan diferente pero que su comportamiento en general va de acuerdo a como lo marca el esquema cultural y por otra parte se reconoce que hay comportamientos exclusivos de ciertas categorías de personas dentro de una misma sociedad.

Entonces es el conjunto de procesos sociales de significación, de producción, circulación y consumo de la vida soc conjunto de procesos sociales de significación, de producción, circulación y consumo de la vida social. En este enfoque se entiende que la cultura se adquiere por aprendizaje formal y/o inconsciente. Así surgen los conceptos de inculturación, aculturación y mestizaje, ambos como formas de adquirir cultura pero por medios endógenos o exógenos contradiciendo los que sostienen que sólo dentro de una sociedad se puede iniciar el aprendizaje de la cultura: la noción de interculturalidad se entiende.

Los hombres son portadores de la cultura pero además también la crean, la hacen. Asi pues el progreso cultural está movida por la capacidad de adaptación , el cambio social y los conflictos; por eso existe la diversidad, onsubstancial a la naturaleza humana, donde hay culturas que avanzan y otras estancan. Conviene abordar las culturas desde su interior en sus condiciones para comprenderlas y evitar prejuicios, estereotipos y constelación culturales.

Por ello, de acuerdo con Claude Lévi-Strauss, las particularidades y diversidad se deben a circunstancias geográficas, historicas y sociológicas, no a aptitudes distintas ligadas a la constitución anatómicas o fisiológicas de las razas; la civilización necesita entonces la contribución de las razas en su diversidad intelectual.

Para concluir, Lévi-Strauss, en Raza e Historia, resume esta situación diciendo que cada vez que nos inclinamos a calificar una cultura humana de inerte o estacionaria, debemos preguntarnos si este inmovilismo aparente no resulta de la ignorancia que tenemos de sus verdaderos intereses, cons este inmovilismo aparente no resulta de la ignorancia que tenemos de sus verdaderos intereses, conscientes o inconscientes, y si teniendo criterios diferentes a los nuestros, esta cultura no es para nosotros victima de una iluslón.

Dicho con otras palabras, nos encontaríamos una a la otra desprovistas de nteres simplemente porque no nos parecemos. Si la revolución industrial no hubiera aparecido antes en Europa occidental y septentrional, se habría manifestado un día en cualquier otro punto del globo [… ] Así las cosas, el problema de la rareza relativa de culturas «más acumulativas» en relación con «culturas menos acumulativas», se reduce a un problema conocido que depende de un cálculo de probabilidades.

Para terminar, quisiera hacer un planteamiento de cara al futuro de las culturas. Vemos hoy e n día que el libre mercado despoja la cultura de su gratuidad y ya que tiene como prioridad el comercio también ierde en ese proceso su función de operador de identidad social; con la globalización, ¿no estaríamos cayendo en la perdida de valores culturales porque se creara una cultura universal, y con qué principios? y ¿donde quedaría la riqueza de la diversidad, la multiculturalidad y la pluriculturalidad? BIBLIOGRAFÍA: AIJGÉ, M. ; COLLEYN,J. P. : Qué es la antropología. Barcelona: Ediciones Paidós, 2005. LISCHETTI, M. (Comp. ): Antropología. Buenos Aires: EUDEBA, 1995. HARRIS, M. , El desarrollo de la teoría antropológica. Madrid: siglo XXI editores, 1987.. ) 81_1f8