Habitar identidad
Habitar identidad gy alcxandraza ‘IORúpR 16, 2011 4 pagos EL HABITAR COMO IDENTIDAD DEL INDIVIDUO I Entorno y Hábitat El entorno se da por ritmos y ciclos de vida cotidiana que se convierten en hábitos, representan INTRODUCCIÓN Las ciudades proyectan su desarrollo a partir de maneras determinadas y propias de habitar, convivir y ordenar; elementos que constituyen su identidad.
En este proceso, son los seres humanos los que hacen de sus prácticas cotidianas en el entorno urbano ejercicios comunicativos que denomino como rituales de convivencia, los que posibilitan el uso com artido de espacios servicios, un aprov urbano y la construc n d Actualmente se adec características de qui ora I equipamiento Ir dor de lo público. cesidades y do estilos propios y comodidad.
Partiendo de entornos convencionales, el hombre siempre está a la búsqueda de la transformación constante. En cada área de un espacio hay elementos claves que configuran el espacio de manera que hagan la diferencia y tengan una relacion directa con su función, encontrando el Imaginario del lugar, en donde el individuo genere formas y actividades asociadas al abitar, materializando el espacio interior según las necesidades y el estilo de vida.
EL HABITAR COMO IDENTIDAD DEL INDIVIDUO a expansión del urbanismo, obliga a la adopción de nuevas actitudes y comportamientos, tanto por parte de quienes llegan a ciudades como de quienes ya las habitan, es decir, las características de la vida hacen que las personas estemos más cerca unas de otras y tengamos que interactuar. Esto nos exige asumir un mayor número de sltuaciones. La casa divide el entorno en dos espacios diferentes pero complementarios aunque cada uno de ellos sea opuesto al otro. Esos opuestos son: adentro-afuera, interior-exterior y lo propio de lo de todos.
El vivir tan cerca se convierte en una oportunidad para entender que somos elementos de una sociedad y partícipes de ella, que se tienen que establecer relaciones que permitan satisfacer las necesidades y mantener un equilibrio en nuestra vida social y privada. Los comportamientos y hábitos del ser humano se relacionan directamente con los espacios transformando las emociones que se viven allí. Este concepto dicho en otras palabras lo menciona Friedrich gollnow como «espacio vivencial». Allí, el hombre hace de su entorno toda una experiencia llena de significados para convertir espacios en atmósferas que incentiven actividades. Citando a Heidegger con su frase: «No habitamos porque hemos construido, sino que construimos y hemos construido en la medida que habitamos, es decir, en cuanto que somos los que habitan». Relaciono la opnión de ambos autores en lo que concierne que habitar no es sólo estar en un lugar, es un proceso mediante el cual al relacionarnos con el espacio lo llenamos de significados y esos significados nos llevan a ciertas experiencias. Establecer el lími significados y esos significados nos llevan a ciertas experiencias.
Establecer el límite entre cooperación e independencia es la clave para lograr mejores niveles de calldad de vida. Los recintos privados ayudan al ser humano a satisfacer sus propias necesidades interactuando con el medio, reflejando en él sus valores, expectativas y necesidades. De esta manera se sistematizan una serie de aspectos que serán generalizables en la sociedad, es decir, el hombre exterioriza lo que a partir de sus consideraciones le resulta apropiado para lcanzar sus ideales por medio de ejes conductuales que guían patrones sociales y modelos físicos. ?ste crea prospectos en un plano doméstico que configuran una estructura personal que luego se reflejara en un contexto social, por medio de la materialización de conductas germinales que se despliegan como el reflejo de un desarrollo en un plano personal que se ve permeado por diferentes ámbitos. La experiencia de vivir la casa en su realidad, en las acciones cotidianas y en el ensueño, el pensamiento y el recuerdo es esencial para el desarrollo de la identidad del individuo.
Los objetos dentro de la casa están dispuestos para asegurar la regularidad de las rutinas de quien la habita. Las relaciones con los objetos dentro del espacio se convierten en parte de la vida del sujeto. La mezcla armónica entre funcion, arte y comunicación hacen de cada espacio una pieza de arte en donde el resultado final además de su impacto estético, trasciende al diario vivir del huésped que se 3Lvf4 resultado final además de su impacto estético, trasciende al diario vivir del huésped que sentirá su casa como una extensión de su personalidad.
A menudo se piensa que el hombre es un ser social por naturaleza, pero sólo se necesita uno para que un espacio se convierta en una hábitat, transformándose continuamente para que el hombre descubra de a poco que es fundamentalmente entender su propio espacio desde el interior sí mismo: sus gustos, sus costumbres, hábitos y comportamientos. 1. BOLLNOW, Otto Friedrich, Hombre y Espacio, Barcelona, Labor, 1969, p. 25 2. HEIDEGGER, Martín, «Construir, habitar, pensar» en Conferencias y Artículos, Serval, Barcelona, 1994. Versión On Line [Consultada 13-02-2011] www. ideggeriana. com. ar/textos/ construir_habitar_pensar. htm El hombre se identifica con su vivienda a tal punto que la idea «casa» se metaforiza como el cuerpo humano, en el que los muros y las ventanas se convierten en la piel y los ojos del mismo, siendo la casa una extensión de la persona como el hombre convertido en espacio. BIBLIOGRAFÍA 3. BOLLNOW, Otto Friedrich, Hombre y Espacio, Barcelona, Labor, 1969, p. 2S 4. HEIDEGGER, Martín, «construr, habitar, pensar» en 5. «Urbanidad para el nuevo mileno», El Colombiano. Medellín, colombia, 2000, p. 7-12