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junio 13, 2018 Desactivado Por admin

HISTORIA DENOMINACIONAL CLASE DE COMPANERO ZONA 1 «LA DINASTIA» TI ULO: EL CLAMOS DE MEDIA NOCHE. Daniel 8:14 Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado. Daniel 9: 25 Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mestas Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. William Miller (Guillermo Miller) nacido en Massachusetts en 1782, esposo de la Sra. Lucía Smith Miller un ex-soldado devenido de agricultor, creyó que OF8 leer otro libro.

Las profecías de Dani lo in profecías se habían c venida de Cristo. e Dios y decidió no zo que si muchas otras pliría la relativa a la Su estudio de la biblia, realizados en los años cercanos a 1818, lo convenció de que la profecía del libro de Daniel (2300 tardes y mañanas y el santuario será purificado) que comenzaba con la orden de Altajerjes y culminaba en el 1843, con la purificación del santuario. Miller pensó que «la purificación del santuario» significaría la purificación o destrucción de la tierra por fuego, a la venida de Cristo.

Cada vez se convencía más y más que debía contárselo a tros. Pero él era solo un agr SWipe page agricultor. iNi pensar que pudiera predicar! Durante cinco años estuvo rechazando el llamado a predicar, un sábado por la mañana, después de levantarse de sus rodillas, un sobrino le trajo un mensaje. ¿Podría ir a predicar a Dresden al día siguiente, ya que el pastor no podría hacerlo? Sin decir una palabra, cayó de rodillas detrás del granero. «Oh, Dios, no puedo ir. Envía a otro» Estuvo luchando en oración durante una hora.

Pero la respuesta era siempre la misma: «Ve y cuéntalo al mundo». Y en el año 1831 hizo un pacto con Dios decidió dar el mensaje. Con estas palabras resonando en sus oídos, Miller fue a Dresden y predicó todas las noches durante una semana, y cuando regresó a su casa, lo esperaban otras invitaciones a predicar. Miller y otros que buscaban hallar una fecha definida para el fin de los 2300 Años, señalaron que el 21 de marzo de 1843 seria la venida de Cristo, luego de varios estudios con respecto al calendario jud[o, ellos concluyeron que era el 18 de abril de 1844.

Luego de que el Sr. Samuel S. Snow, hiciera un estudio mas profundo del santuario y su servicio, les rebelo que la purificación del santuario ocurriría en el día decimo del mes séptimo calendario judío) lo cual correspondería a 22 de octubre de 1844. Doquiera iba, la gente se convertía a Cristo. Muy pronto Miller estaba predicando tiempo completo en toda Nueva Inglaterra. Otro predicador, Joshua Hime 2 g Miller estaba predicando tiempo completo en toda Nueva Inglaterra. Otro predicador, Joshua Himes (Josué Himes), Quien conoció a Miller en nueva Kanshire en 1839.

Llevó a Miller a las grandes ciudades y muy pronto miles de personas se convertían y eran bautizados. El primer periódico publicado sobre la segunda venida de Cristo fue «Señales de los tiempos». n predicador metodista, Josias Litch, se unió a Miller y escribió un libro en cuanto a las profecías, Hasta llego a persuadir a su joven amigo, Carlos Fitch, que se le uniera para predicar. Con la ayuda de Apolo Hale, otro predicador, Fitch trazo la famosa carta que muestra cómo todas las profecías señalaban a la venida de Cristo. ero en otras partes del mundo también había otros que, como Miller, estaban estudiando estas mismas profecías y estaban predicando en cuanto a la venida de Cristo. En Suiza, dos jóvenes fueron arrestados por predicar la segunda En todos los Estados Unidos, el reavivamiento adventista crecía pasos agigantados. Se construyo una carpa especial, la más grande del país, donde se celebraban congresos campestres, y a la cual asistían hasta 30,000 personas. Para el congreso de East Kingston se extendió una [nea férrea, para que la gente pudiera asistir a las reuniones.

Entre el 12 y el 17 agosto de 1844, otro congreso estaba en progreso. José Bates estaba predicando y presentía que r agosto de 1844, otro congreso estaba en progreso. José Bates estaba predicando y presentía que recibiría nueva luz en esas reuniones, cuando, de pronto, La Sra. De Juan Couch se levanto y ijo: «Es demasiado tarde, hermano Bates, demasiado tarde para gastar nuestro tiempo en estas verdades tan conocidas. El señor tiene siewos aquí con alimento con su debida sazón para su pueblo. Permitidles hablar y que el pueblo les Olga». El pastor Bates invito a Samuel S.

Snow que presentara su estudio acerca del «Clamor de media Noche». Se dirigió directamente al pulpito y empezó a predicar, señalando que «la purificación del santuario» debía tener lugar «el día de la expiacion’ il_a fecha era el 22 de octubre de 1844! La gente salió de ese congreso con un mensaje urgente en sus labios: ‘Viene el esposo, alid a recibirle» Este «Clamor de media noche» se escucho desde Nueva Inglaterra hasta Canadá; desde el Atlántico hasta el Pacífico, como si se hubiera transportado por alas de ángeles. 22 de octubre. iSolo faltaban unos días para el fin! Que días tan emocionantes!… El hombre no solo hablo aquel día sino todas las noches hasta que culmino el congreso. Mientras mas se acercaba la fecha, los comerciantes iban cerrando sus comercios. Los sembrados quedaban sin cosechar. Las prensas dejaban de correr. Los predicadores se fueron a sus casas con sus familias. Afuera el mundo esperaba en suspenso 4 g redicadores se fueron a sus casas con sus familias. Afuera el mundo esperaba en suspenso, temiendo que todo fuera verdad. Cuando llego la mañana del día 22 de octubre, la gente se congrego en sus casas y sus iglesias para orar y cantar.

Algunos amigos de Miller fueron a las rocas detrás del granero, donde Miller había orado 13 años atrás. El sol salía cada vez mas alto, pero Jesús no venia. Pasó la media noche y, finalmente, había pasado el día 22 de octubre. Jesús no habla venido! Que chasco! Pero Dios no se había olvidado de su pueblo. El 23 de octubre, día siguiente al chasco, Hiram Edson y sus amigos salieron de su casa ara visitar y estimular a los otros creyentes en advenimiento. Después de pasar el granero de Edson, se detuvieron para orar. Todavía luchando por seguir creyendo, derramaron ante el Señor sus sentimientos de chasco.

Oraron para recibir más luz hasta sentir que Dios respondería sus oraciones. Después de desayunar Edson y el hermano O. RL. Crosier se levantaron de sus rodillas y siguieron caminando, atravesando el campo sembrado de maíz. De pronto, Edson se detuvo. «El cielo pareció abrirse ante mi vista», contó mas ta de, «y vi que Cristo tenia que purificar el santuario celestial antes de venir a esta tierra». Después de un estudio realizado por el Crosier Sobre el santuario, Edson Junto al Dr. F. B. Hahan aceptaron financiar la publicación de esos estudi el santuario, Edson Junto al Dr.

F. B. Hahan aceptaron financiar la publicación de esos estudios. Ellos habían malentendido el lugar donde Cristo debía realizar su obra, pero no había error en el tiempo. Edson y sus dos amigos corrieron a la casa y empezaron a estudiar más el asunto y publicaron sus resultados en un periódico de amplia circulación. Mientras tanto, en una iglesita de campo en Washington, New Hampshire, una viuda Bautista del Séptimo Día, Raquel Oakes, abía testificado a Frederick Wheeler en cuanto a la observancia de los diez mandamientos, especialmente el del sábado.

El predicó en cuanto a esto a su congregación, y gradualmente, toda la feligresía empezó a guardar el sábado. Tomas Preble escribió un tratado en cuanto a la observancia del sábado, que mas adelante atrajo la atención de José Bates. Al escuchar en cuanto a este grupo que guardaba el sábado en Washington, Bates hizo un largo viaje para visitarlos. Después de algunos días, regreso a su casa. uchando con su nueva verdad. Mientras cruzaba el puente para entrar al pueblo de Fairhaven, un amigo llamado Sr Jaime M. M. Hall lo llamo: ¿Qué noticias trae, capitán Bates?

A lo que Bates respondió: «La noticia es que el sábado es el día del Señor Bates escribió un libro titulado ‘The Seventh Day Sabbath, A Perpetual Sign» (El sábado como día de reposo, una señal perpetua) Este libro llego a las manos de una p 6 g Sign» (El sábado como día de reposo, una señal perpetua) Este libro llego a las manos de una pareja de recién casados, Elena y Jaime White, quienes, después de mucha oración y estudio, empezaron a guardar el sábado en agosto de 1846 La Señorita White, que de soltera se llamaba Elena Harmon, nació n una casa del pueblo de Gorham, Maine, en 1827.

Mientras todav[a Elena era una niña, la familia se mudo a la ciudad de Portland y allí vivían en una casa de dos pisos. Los niños de la familia asist[an a una escuela en la calle Brackett. Un día, regresando de la escuela, Elena sufrió un accidente que cambio su vida. Cuando Elena tenía doce años, escucho predicar a Guillermo Miller. Ella creyó que después de cuatro años se acabarla el mundo. Elena decidió aceptar a Cristo, y a los doce años fue bautizada por inmersión, por propia decisión, en la bahía de Portland.

Cuando paso el 22 de Octubre, la familia Harmon se quedo tan chasqueada como cualquier otra familia adventista. Pero pocas semanas después, Elena estaba orando con unas amigas en la casa de Elizabeth Haines, y el Espíritu Santo vino sobre ella y ella recibió su primera visión. Ella vio un sendero, por encima de la tierra, por donde iban caminando los creyentes adventistas hasta la santa ciudad. Al principio del sendero había una luz brillante. Un ángel le dijo que ese era «El clamor de media noche». Evidentemente, el 22 de Oct brillante. Un ángel le dijo que ese era «El clamor de media noche»

Evidentemente, el 22 de Octubre era en realidad el comienzo y no el fin, como ellos habían esperado. Una semana después, el ángel regreso pidiendo a Elena que contara a otros lo que ella había visto, pero ella rehuyó llena de temor. De nuevo el ángel le pidió bondadosamente que fuera la mensajera del Señor. Finalmente ella rindió su vida a la voluntad de Dios por completo. En una reunión de amigos algunos días más tarde ella empezó a contarles de la visión. Ella empezó a escribir lo que habra visto: «Me pareció que me elevaba más y más, muy por encima del tenebroso mundo.

Mire acia la tierra para buscar al pueblo adventista, pero no lo halle en parte alguna, y entonces una voz me dijo: «Vuelve a mirar un poco mas arriba». Alce los ojos y vi un sendero recto y angosto trazado muy por encima del mundo. El pueblo adventista andaba por ese sendero, en dirección a la ciudad que se veía en su ultimo extremo…. » de los tres ángeles podrían dar la vuelta al globo. pero hoy podemos ver los resultados de esos cimientos. Hoy hay millones de guardadores del sábado en todo el mundo que proclaman la misma esperanza: desús viene pronto! Cadena Del sábado Tomás Preble A través de s o llegar a diferentes