La Familia Romana
La Familia Romana sy HERNANDEZLUISA3004 21, 2016 IS pases En Roma una familia estaba integrada no sólo por las personas ligadas por vínculos de sangre, i. e. , cónyuges e hijos, Sino también todos los que dependendian del «pater familias» (esclavos, libertos y clientes). Una familia romana, era mucho más amplia que una familia actual y podía estar formada por cientos de personas. La familia romana era un pequeño país donde el padre era el gobernante, con derechos establecidos sobre sus integrantes y responsabilidad legal por ellos ante la sociedad.
Desde un principio Roma se había organizado en gens, en manzanas donde ivían gentes unidas por un mismo apellido; vivían en familia, pero en familia directa, con un solo padre, con una sola autoridad, y en régimen monogamico. El Pater Familias: 5 next pag Tenía la obligación d políticamente y oficia s rito autoridad sobre todo sobre su vida o su m Los Hijos: tli epresentarla ésticos. Tenia milia, incluso decidir Los hijos, por oposición a los esclavos, son llamados a veces «liberi/-orum», término que procede del adjetivo «liber/-era/-erum: libre».
A pesar del nombre, la situación jurídica de los hijos difiere poco de la de los esclavos ya que la «patria potestas» daba al pater familias» un enorme poder sobre ellos. Este poder se sustanciaba en los siguientes derechos: ‘ilus exponendii’, derecho a aceptar o no dentro de la fa Swi>e to next page familia al recién nacido. «lus vitae necisque», derecho a ordenar la muerte de cualquiera de los hijos. ‘ lus vendendi», derecho a vender a los hijos como esclavos. La Esposa: La situación de la esposa estaba condicionada por el tipo de matrimonio que la uniera a su marido.
Exist(an dos clases: el más antiguo era el matrimonio «cum manu». En virtud de este matrimonio el padre renunciaba a la patria potestad sobre su hija para asumirla el esposo. El matrimonio «cum manu» fue sustituido por el matrimonio «sine manui’, en que el padre, a pesar del matrimonio, conservaba la «patria potestas» sobre la hija. Esta circunstancia daba cierta independencia a la mujer. Este matrimonio se podía disolver por iniciativa de cualquiera de los cónyuges (la esposa debía consultar con sus padres).
El trámite era muy simple y rápido. Consistía en enviar a la pareja una nota con este mensaje: «Tuas res tibi habeto». Esclavos: Los esclavos eran personas privadas de libertad, explotadas como fuerza de trabajo, a las que se pod(a comprar y vender como vulgares mercanclas. En Roma la condición de esclavo podía adquirirse por varias vías: Por nacimiento. Todo hijo de una esclava se convertía automáticamente en esclavo del dueño de su madre, eran particularmente apreciados por su fidelidad y recibían el nombre de «vernae».
Por derecho de conquista. Los romanos subastaban («sub hasta») como esclavo a todo enemigo capturado en el curso de una gue ra. Esta costumbre pervivió hasta la Edad Moderna. Por insol 2 OF enemigo capturado en el curso de una guerra. Esta costumbre pervivió hasta la Edad Moderna. Por insolvencia. Un deudor insolvente podía ser reducido a esclavitud por sus acreedores. El dinero obtenido de la venta era destinado a cubrir la deuda contraída. Por exposición o venta.
Era habitual en Roma abandonar a los hijos recién nacidos si no eran acogidos en el seno familiar. Los bebés expuestos podían ser recogidos por cualquiera para criarlos y venderlos como esclavos. Los esclavos eran comprados y vendidos por los «mangones». Los niños esclavos eran considerados frecuentemente como juguetes, pues en ese tiempo los juguetes de los niños eran animales (aves, perros, conejos (para las niñas)), aunque también existían casos de verdadero afecto.
Los niños y adolescentes sclavos favoritos eran liberados, teniendo casi en todo los mismos derechos que los nacidos libres (joyas, cortejos, vestidos de príncipe), salvo en el atuendo característico (praetexta) de los nacidos libres. Libertos: Los libertos eran esclavos manumitidos, liberados por su amo. Era frecuente que el «pater familias» manumitiera, concediera la libertad, a los esclavos más fieles y laboriosos, sobre todo en su testamento. Jurídicamente los libertos, a pesar de ser libres, eran ciudadanos incompletos ya que tenían derechos civiles (casarse con una romana,), pero no políticos.
Sus hijos, en cambio, ya gozaban de la plena ciudadanía. Los libertos nunca llegaron a formar una clase social, sobretodo porque los hi ciudadanía. porque los hijos de los libertos eran considerados libres, nacían libres. Los libertos eran casi todos comerciantes o artesanos, y era bastante frecuente que llegasen a ser más ricos que los propios amos o que cualquier noble. Clientes: Los clientes eran ciudadanos libres que habían establecido una relación de apoyo y socorro mutuo con otros «pater familias» mejor situados social y/o económicamente que ellos.
Estos «pater familias» recibían el nombre de patronos. El cliente debía prestar al patrono: Apoyo electoral e incluso ilitar; presentarle sus respetos todas las mañanas («salutatio») a cambio podia contar con la ayuda del patrono en los pleitos y en las dificultades económicas. De hecho los que carecían de medios recibían en la «salutatio» una cestita, la «sportula», con alimentos para el día. Parentesco: Parentesco viene del padre o la madre, el abuelo u otros ascendientes de quien se desciende.
Los romanos entendían el parentesco en dos sentidos: el parentesco del derecho civil y el natural; cuando concurren ambos derechos, se contrae un parentesco natural y civil a la vez. Tipo de Parentesco: «Agnatio’i y «Cognatio’i. El natural, es el que deriva de las mujeres cuando tienen hijos ilegítimos; es natural y civil, cuando derivan de un matrimonio legitimo. El parentesco natural se llama así o se le denomina «cognatio», y el civil es designado corrientemente «agnación», que es el que viene por «cognatio», y el civil es designado corrientemente «agnación», que es el que viene por línea del varón.
La «agnatio» es el parentesco civil fundado sobre la autoridad paterna, ya que del paterfamilias dependía la composición de la familia, siendo libre de cambiarla a su arbitrio. Cuando muere el cabeza de familia, los que le estaban sometidos empiezan constituir distintas familias, pero continúan unidos por el parentesco agnaticio. La «cognatio» es el parentesco que une a las personas descendientes unas de otras en línea directa o que descienden de un autor común, sin distinción de sexo. Clases Y Grados De Parentesco: Tenemos el parentesco natural y el parentesco por afinidad.
En el primero se distingue: a) el parentesco en línea directa o recta, que se divide en dos: la ascendente y la descendente, de la primera derivan por el segundo grado las líneas colaterales. El parentesco en linea recta es aquel que une a dos personas, de las uales una desciende de la otra y b) el parentesco colateral, que es aquel que une a dos personas que descienden de un mismo autor, sin que la una descienda de la otra, como los hermanos y sus descendientes los tíos paternos y maternos.
El parentesco por afinidad es el que se origina por el matrimonio y lo forman los parientes de uno de los esposos y los parientes del otro. En el parentesco por afinidad no hay grados. Nacimiento: Cuando un niño nacía era depositado por la comadrona en el suelo. SI el padre aceptaba al hijo, lo recog(a u ordenaba sap era depositado por la comadrona en el suelo. Si el padre aceptaba l hijo, lo recogía u ordenaba que fuera amamantado; en caso contrario era abandonado en un vertedero o junto a la columna Lactaria.
Las causas que llevaban a un padre a rechazar a un hijo eran muchas (defectos físicos, dudas acerca de la paternidad, Eso si, era más fácil que fuera expuesta una niña que un niño. La exposición de un hijo no deseado era una práctica tan habitual en Roma que ni las leyes consiguieron frenarla (desde Rómulo existía una ley de dudosa eficacia que penaba con la confiscación de la mitad del patrimonio el abandono de un varón o de una hembra, si ésta era la primera hija).
Costumbres de la Familia Romana El patriarca se encargaba por las mañanas de repartir las tareas domésticas a los esclavos y de atender a su contador que le traía las cuentas del negocio todas las mañanas. El padre era sobretodo el dueño del patrimonio, tenia claros derechos de autoridad sobre las mujeres (esposa, hijas), los hijos y los esclavos, pero también era el representante legal ante los actos de los hijos. Si un hijo comet(a delito, también el padre era culpable. El padre era también juez, pues resolvía litigios al interior de su pequeño reino.
En las familias nobles el padre no eía a los hijos sino hasta la noche, por eso el cristianismo y su amor filial para con el padre «debió producirles a los paganos el efecto de una intimidad un poco repugnante y de una humildad servil; tenía que parecerles algo ple servil; tenía que parecerles algo plebeyo» Los hombres libres de familias acomodadas no andaban casi nunca solos, no se vestían ni se calzaban nunca ellos mismos sino que lo hacían por ellos los esclavos (lo que si hacían solos era lavarse los dientes).
Ni siquiera en la alcoba conyugal estaban solos, había siempre a mano un esclavo, durmiendo frecuentemente detrás de la puerta. Las damas debían salir de casa siempre en compañía: una señorita de compañía (comites) y un caballero de servicio (custos), aunque sus salidas eran poco frecuentes y las más conservadoras salían semi veladas. Tampoco los jóvenes debían salir sin un custodio. En cuanto a las señoras romanas, sabido es que se casaban poseyendo una dote, que no siempre pasaba en manos del marido, quien en cierta forma, cargaba también una dote toda su vida (su testamento).
La tradición romana estipulaba que una mujer que se separaba del marido regresaba con el padre, pues la hija era algo así como un préstamo del padre al yerno. Las habían fidelísimas a su marido, a quien seguían al exilio e incluso al suicidio, y otras que tomaban a cargo todas las labores del padre de manera muy eficiente, y finalmente, algunas que se casaban con una fortuna mayor a la del marido, y que solían rechazar su autoridad.
Las mujeres libres eran frecuentemente ociosas, muchas pasaban el día hilando en el huso, pero unas pocas ayudaban al marido sobre todo en lo contingente a la contab día hilando en el huso, pero unas pocas ayudaban al marido sobre todo en lo contingente a la contabilidad del hogar. Un personaje típico de la romanidad, por levantar siempre bundantes comentarios, era el de la viuda; aquella era sumamente codiciada y casi siempre tenía una corte de pretendientes; era considerada «irresistible» por no tener amo alguno, y por tener en su poder toda la herencia.
Podia tranquilamente volver a casarse con quien quisiera, e incluso el concubinato era tolerado, siempre y cuando existiese una promesa explícita de matrimonio. Las jovencitas, en cambio, debían mantenerse vírgenes, o al menos, llevar sus relaciones en el más estricto secreto. El concubinato era aceptado, en un principio considerándolo como un término peyorativo pero con el tiempo como algo ormal u «honorable»; tenla incluso bien determinados sus aspectos jurídicos.
El concubinato debía asemejarse lo más posible al matrimonio, los hijos de una pareja de concubinos eran considerados ilegítimos y no tenían derecho a la herencia paterna, más si a la materna. La concubina debía ser una mujer libre (viuda (vidua) o divorciada) puesto que los esclavos no tenían derecho a casarse. Entre los romanos, eran los padres de familia quienes decidían si aceptaban o no al recién nacido.
La señal de aceptación la daba el padre cuando lo levantaba del suelo donde lo había dejado la atrona: el padre lo tomaba o acogía (tollere) con tal acto. Si por el contrario no lo aceptaba, el hijo era expuesto, es dec o acogía (tollere) con tal acto. Si por el contrario no lo aceptaba, el hijo era expuesto, es decir, era dejado en algún basurero público o en algún domicilio; en tal caso los recién nacidos o bien morían, o bien eran recogidos por tratantes de esclavos que lo alimentarían para posteriormente venderlo.
Los criterios usados para abandonar a los recién nacidos (niños expósitos) eran diversos: a los malformados se los exponla siempre, los pobres los exponían por no tener con qué limentarlos; la clase media prefería tener menos hijos para poder educarlos mejor. En el campesinado de las provincias orientales, la familia que había llegado a un máximo tolerable de hijos regalaba los sobrantes a otras familias que los aceptaban gustosos (más trabajadores para la familia); aquellos hijos regalados eran llamados threptoi (tomados a cargo).
Pero incluso los ricos llegaban a no desear un hijo, frecuentemente por cuestiones legales de testamento. Los niños expuestos rara vez sobrevivían: los ricos no lo querían ver más mientras que los pobres guardaban algunas esperanzas de que el niño fuese cogido. El Matrimonio en la antigua Roma El matrimonio entre los romanos no era respaldado por escrito; había una ceremonia con testigos donde además era entregada la dote de la mujer (si es que tenía una), y por supuesto también una fiesta.
No había tampoco ningún alcalde o párroco que presenciara necesariamente la ceremonia. Era un acto privado «que ningún poder público tenla porqué sancionar», pero poder público tenía porqué sancionar», pero era obligatorio llevar testigos. Tipos de Matrimonios: Matrimonio «Cum Manu» y «Sine Manu» La «manus» acompañaba casi siempre al matrimonio para que a mujer pudiera entrar a la familia civil del marido, caer bajo su potestad y ocupar con respecto a él el lugar de una hija, participar en su culto privado y poder heredarlo como «heres sua» (heredera suya).
En el matrimonio «sine manu» la mujer no salía de su familia natural, no haciéndose agnada de la familia de su marido, éste no adquir[a sobre ella ninguna potestad; la mujer ocupaba ante el marido el mismo plano de igualdad, no se le consideraba con respecto a él (como en el matrimonio «cum manu-loco filiae) en el lugar de una hija.
La convivencia de una pareja era tolerada; asi lo demuestra la iferencia que había entre matrimonios con mano (cum manum) y las uniones sin mano (sine manu), en el primer caso la mujer pasaba oficialmente a obedecer a su marido, mientras que en el segundo caso, a pesar de dejar la casa, la mujer seguía bajo el mando de su propio padre.
El adulterio era algo grave que daba derechos al padre o al marido de matar a su hija o esposa, y también al amante. Sucedía cuando un hombre, casado o soltero, era sorprendido en el acto con una mujer casada. Si la mujer era soltera, o si era una prostituta o extranjera o esclava, no se consideraba adulterio, aún si el hombre con el que era sorprendido er 10